CUARTA entrada biográfica... Teresa García Arteaga...
Con el huracán, como podría denominarse, no solo perdieron víveres y otros artículos, sino también la orientación.
Afortunadamente, apareció el “Campante”, un barco petrolero español que se acercó al divisarlos, aunque su tripulación marcó distancia pues,cuando se percataron del aspecto desaliñado de los pasajeros, no se atrevieron a establecer contacto con ellos, sino que les lanzaron al mar algunos víveres para que los recogieran y, lo más importante, les dieron la ruta hacia Martinica con la advertencia de que no giraran hacia el norte porque se avecinaba otra fuerte tempestad.
Gracias a este encuentro, pudieron llegar a la isla después de unos cuatro días. De esa escala, nuestra protagonista tiene un agradecimiento infinito y permanente, porque, después de tantas penurias y sufrimientos, recibieron de los nativos una excelente atención.
Les proporcionaron aseos, alimentos, vestidos y hasta dinero para que continuaran la travesía. Además, en la aduana trabajaba un español que ayudó a que la estancia de todos fuera grata y contribuyó con el avituallamiento necesario para continuar viaje a La Guaira.